El premio a la Fotografía del Año ha recaído en Amber Bracken, con su imagen de unos vestidos de color rojo que penden de unas cruces a lo largo de una carretera que rinden homenaje a los niños que murieron en la Escuela residencial indígena de Kamloops, en la Columbia Británica canadiense: un silencioso momento de ajuste de cuentas global para la historia de la colonización. El Reportaje Gráfico del Año, de Matthew Abbott, nos muestra la práctica aborigen de la quema controlada de las tierras en Australia y nos proporciona una perspectiva excepcional sobre una posible solución a un mundo que se calienta a demasiada velocidad.
El Proyecto a Largo Plazo "Distopía Amazónica", de Lalo de Almeida, revela los numerosos y funestos resultados de la explotación de la tierra y de los recursos naturales, consecuencia de la avaricia de quienes ostentan el poder sin tener en cuenta el futuro del planeta. Isadora Romero es la ganadora en la categoría de Formato Abierto, "La sangre es una semilla", que trata las consecuencias de la colonización, de la erradicación de la cultura y de la pérdida del patrimonio.