La industrialización atrajo a migrantes del campo, que primero fueron ubicándose en barrios pobres de los centros urbanos y luego ocuparon terrenos periféricos. Salvo por algunos estudios etnográficos, desconocemos sus modos íntimos de sobrevivir. ¿Por qué muchos pobladores se niegan a aceptar viviendas de mejor calidad en otras áreas de la ciudad? ¿A qué se debe la violencia de sus reacciones en algunos casos? ¿Cómo viven en esas condiciones distintas generaciones?¿Cómo se ven a sí mismos? A través de sus retratos, Andy Goldstein entra en las casas de estos habitantes para acceder a su vida diaria y nos permite obtener una valiosa información para dar respuesta a estas preguntas. Al dejar que los pobladores elijan dónde ubicarse y cuándo pueden ser fotografiados, nos hace participar de su mirada, para llegar a una mejor comprensión de su situación social y personal.