Este libro propone una reflexión crítica que examina cómo se configuran, disputan y transforman las subjetividades políticas negras en el país en medio de regímenes jurídicos, dispositivos de reconocimiento estatal y narrativas que niegan la existencia del racismo estructural que es desmentido. La obra analiza las tensiones entre los términos negro, afrocolombiano y afrodescendiente mostrando cómo estos no son neutros ni equivalentes, sino que condensan disputas históricas, políticas y afectivas sobre el lugar de lo negro en la nación. Desde una perspectiva genealógica y etnográfica, se abordan los procesos de racialización, etnización y victimización que han configurado al sujeto político de la negridad, al tiempo que se destacan las formas en que este sujeto se constituye en medio de contradicciones, ambivalencias y contingencias. Se desafían así las lecturas simplistas y esencializantes, para abrir la imaginación teórica y política, y habilitar otras luchas más allá del etnicismo.