Las obras de María Isabel de Lince tienen una fisonomía propia e inconfundible que las separa de cualquier comparación. Sencillez cristalina, cierto equilibrio mental, una musicalidad amplia y modulada, pero sobre todo algo de misterio filtrado a través de un dulce sentimiento de las cosas. Las mismas figuras emergen sintéticamente de la luz, se convierten ellas mismas en luz, pura esencia luminosa, casi como si quisieran perforar una atmósfera de ensueño. Quizás sea el toque ligero que marca las notas de una musicalidad que interioriza las imágenes. Es como si hubiera un hilo de Ariadna que sigue siendo nostalgia, pero una nostalgia que extrañamente retrocede y avanza, como una proyección hacia aquellos que son los lugares de aterrizaje de la poesía.
Como artista, María Isabel de Lince ha demostrado que su visión es a la vez atemporal y vanguardista, una paradoja que sólo un verdadero maestro puede lograr. Este premio resalta la importancia de artistas como ella, cuya creatividad abre el camino al futuro, impulsando los límites de lo que puede ser el arte. Ella hace más que pintar; ella narra la experiencia humana a través de una visión y un lenguaje que trasciende las palabras. El Future of Art Global Masterpiece Award marca el reconocimiento de su genio, un reconocimiento de que su trabajo dejará una huella indeleble en el mundo del arte para las generaciones venideras. Las pinturas de la artista son portales a otros reinos, reinos que desafían, calman y elevan el alma.
Jurado del Future of Art Global Masterpiece Award y Marta Puig Editora de Contemporary Art Curator Magazine (Oct. 2024).