La noción de lugar se encuentra asociada a la memoria, al monumento, al patrimonio y a las prácticas de espacio que tienen lugar en él. En este contexto, la pregunta por el fuera de lugar del museo lleva al autor a entender la ciudad y lo urbano como versión expandida de la noción de museo, como el aspecto fluido de una serie de prácticas de exposición que pertenecen tanto a la ciudad, como a aquellas instituciones culturales que se precian de conservar, catalogar y disponer el matrimonio artístico y cultural.Esta obra propone una mirada crítica a la ciudad racional de la modernidad a través de una serie de recorridos por el centro de Bogotá, específicamente por lo que se conoció en una época como calle real (carrera séptima entre calles 11 y 16) y que a partir del Bogotazo fue transformada gracias a un proyecto de renovación urbana, convirtiendo el sector en paradigma de lo que debía ser una Bogotá moderna, tanto por el carácter estético de su arquitectura, como por el civilizatorio, ejercido por un estado que retomó los principios de orden y funcionalidad del movimiento moderno y los tradujo en normas que han buscado infructuosamente ejercer un control absoluto del espacio como estrategia para eliminar los conflictos y organizar el silencio.Esta obra propone una mirada crítica a la ciudad racional de la modernidad a través de una serie de recorridos por el centro de Bogotá, específicamente por lo que se conoció en una época como calle real (carrera séptima entre calles 11 y 16) y que a partir del Bogotazo fue transformada gracias a un proyecto de renovación urbana, convirtiendo el sector en paradigma de lo que debía ser una Bogotá moderna, tanto por el carácter estético de su arquitectura, como por el civilizatorio, ejercido por un estado que retomó los principios de orden y funcionalidad del movimiento moderno y los tradujo en normas que han buscado infructuosamente ejercer un control absoluto del espacio como estrategia para eliminar los conflictos y organizar el silencio.