En el pequeño pueblo de Maycomb, Alabama, durante los años treinta, un hombre negro es acusado de violar a una mujer blanca. Atticus Finch, abogado íntegro y viudo a cargo de sus dos hijos, Jem y Scout, decide ponerse al frente de una defensa imposible. Desde la mirada impregnada de humor y de ternura de la pequeña Scout, Harper Lee explora las grietas de una sociedad dominada por el prejuicio racial, la desconfianza hacia lo diferente, la rigidez de los vínculos familiares y vecinales y un sistema judicial sin garantías de imparcialidad.
Una obra que se te pega al corazón y te sacude la conciencia con la que Harper Lee fue catapultada a la fama instantánea y que mantiene aún hoy su rabiosa actualidad.