Marguerite Andersen tenía ocho años cuando Adolf Hitler fue nombrado canciller; quince cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, veinte cuando se firma el armisticio.
Abatida frente al horror, llena de ganas de vivir; a finales de 1946 le da la espalda a esta Alemania. Embarazada, sigue a Túnez al amante francés que se convertirá en su primer marido.
Da inicio así a un periplo a través de amores y aventuras que la llevan por tres continentes. Se instala definitivamente en Canadá en 1958.
En La mala madre Marguerite Andersen retrata momentos claves de su vida. Una vida plena, difícil, agitada. Estas «confesiones» la muestran como madre de tres hijos, inmigrante en Canadá, universitaria, profesional.
pacifista y escritora.