Sofía es una adolescente de diecisiete años, no entiende muy bien qué le sucede y ha intentado evitarse. Es hija de una profesora de filosofía y, de alguna manera, siempre ha tenido una relación con esta, pero la ha esquivado por creer que con ello perpetúa el camino (y el destino) de su madre. Un día, sumida en muchas dudas en cuanto a su existencia --aquellas cuestiones propias de la adolescencia-- y a punto de entrar en una depresión profunda, decide seguir los consejos de su
progenitora sobre la lectura de la filosofía para intentar encontrarse y darles algunas respuestas a sus preguntas --o quizás, aprender a formularlas adecuadamente-- y se encuentra con filósofos increíbles de los cuales empieza a hablar y a dibujar mamarrachos en su diario.
Lee a Séneca, Montaigne, Schopenhauer y Camus y al final de su libreta personal, que inicia el 20 de junio de 2020, Sofía concluye que no tiene una conclusión, pero que puede hacer de su vida algo más llevadero.