RECITAL DE POESÍA
Gloria Susana Esquivel (Bogotá, 1985)
Es periodista, escritora, traductora y poeta. Ha colaborado en medios colombianos e internacionales. Es la creadora y anfitriona de Womansplaining, podcast sobre feminismo y cultura con la revista 070. Sus poemas han sido publicados en la Revista de Poesía de la UNAM, la revista Palabras Errantes y la revista Matera. Ha colaborado con el artista Daniel Salamanca en proyectos que conjugan poesía, narrativa y artes plásticas. Realizó un Máster en Escritura Creativa en la Universidad de Nueva York (NYU). Es profesora de la Maestría de Escritura Creativa del Instituto Caro y Cuervo. Ha publicado el poemario El lado salvaje (Cardumen libros) y la novela Animales del fin del mundo (Alfaguara). Desde hace ocho años tiene un proyecto de escritura personal que puede leerse en http://juradopormadonna.tumblr.com/archive
Día: Miércoles 20 de noviembre de 2019
Hora: 6:30 p.m.
Lugar: TORNAMESA ZonaG
Dirección: Calle 70 # 5-23
¡Entrada Libre! Cupo limitado hasta completar aforo.
Poemas:
TARDE DE DOMINGO EN EL MUSEO DE HISTORIA NATURAL
Vi elefantes marinos meditando,
suspendidos sobre el vidrio como monjas místicas
Contemplé sus vientres como si de ellos se descolgara el cielo
Vi mariposas convirtiéndose en orejas,
libaban partículas tóxicas
Mientras descamaban el contorno de sus alas
un hombre cantaba:
las mariposas son peligrosas
no te confundas con su belleza
Vi al sol morir por dentro,
en esa explosión fui supernova extinta
Descreí ser 14% polvo de estrellas.
Una anémona se extendió sobre las cabezas
Sus tentáculos, los noodles que comimos en un restaurante thai
cerca del Museo
El cielo, querido Frank, seguía despejado
YOSAKURA
He convertido mi lengua en un filete de pescado.
sin escamas sin branquias
yace tímida en una cama de hielo que la mantiene firme
Un trozo de atún rojo que no late
La sirvo en un restaurante japonés del Este:
allí cenamos.
Inmóvil
guarda palabras en sus vetas
Torpemente se entrega a la afasia
Lengua pesada
incapaz de articular
esternón epiglotis
plexo apetito
En su humedad fresca se sabe cobarde
Las palabras caen como hilos
en
un
reverberar
fonético
que
se
me
escapa
Con maestría de mantis tomas los palitos
y examinas el dorso de la lengua:
el último trozo de sashimi que nos queda
Ahora mi lengua atún descansa sobre la tuya,
y ya no relamo el silencio
Un bramido leve,
tal vez un murmullo,
de repente:
La boca convertida en un estanque de peces
UN VERDOR
Vida hoy en su verde más verde. Vida acá en su verde más verde.
Verde efervescente que pareciera reverdecer con cada palabra, como si la vida brotara en cualquier rincón de la noche, como si fuera tan fácil cuidar de la vida —solo luz del sol, agua y calor, dice él—. Y la fuerza de la madrugada y la fuerza de las palabras y la fuerza de un cuerpo incesante que pide bailar porque es inquieto, porque busca sanar, porque reverdece en sus heridas y porque de sus heridas brota la vida como si fuera así de fácil. Como si la vida verde estuviera aguardando, escondida, detrás de un tumulto de palabras y de heridas y cimientos que se mueven porque necesitan moverse, y con cada rama que se agita, con cada rama que baila, aparecen nuevos animales anunciando que llegará el fin del miedo y con él la vida. Y la dulzura y el calor y el pelaje de unos gatos que parecieran estar amaestrados por un hechicero que sabe hablar con ellos y que los mantiene vivos.
Otra vez la búsqueda incesante por salirme un rato de mí.
Él dice que no entiendo a los gatos y que por eso llega la fobia. Yo le digo que tiene razón y que no hablo planta y que por eso se secan. Y él repite luz del sol, agua y calor, como conjuro para todo aquello que es verde y yo pareciera colmarme de preguntas y palabras y de excesos y me siento efervescente, me siento ligera, me siento reverdecida
y voy un rato a la cocina y bailo.