El pensamiento histórico parece caracterizarse cada vez más por una profunda y generalizada toma de conciencia de la aparente falta de significado ético del mundo, de la irracionalidad del hombre y de la condición absurda de la historia. La autora sigue la evolución de ese proceso y observa que durante los últimos doscientos años las mentes más brillantes, las que mejor aprendieron a usar la razón, son las que participaron activamente en la destrucción de la fe en esa razón. Recuperar aquello que vagamente se identifica con el sentido de la vida requiere algo más que un regreso a la metodología de la historia tradicional que proponen los historiadores que se han mantenido fieles a los hechos establecidos y algo menos que la destrucción del hombre que sugieren los partidarios radicales de la posmodernidad.En este texto el lector puede contemplar y hacer suyas muchas posibles opciones, todas diferentes porque la ciencia, que en su sentido más amplio incluye a la historia, avanza por medio de tanteos, paso a paso, a fuerza de millares y millares de ensayos. El campo histórico puede ahora, más que nunca, observarse desde distintos ángulos: incluye tantas intuiciones, tantas soluciones igualmente valederas y no comparables entre si de un mismo problema. Observar el mundo desde diferentes perspectivas se traduce en reflexión histórica; permite no sólo entender, sino, a su debido tiempo, protagonizar mejor los cambios que mañana serán historia.Este libro es una invitación para experimentar un paisaje de luces y sombras. ¿Cómo combinarlas La necesidad de comprender y ser mejor comprendido, y las numerosas y novedosas formulaciones expuestas por los mejores historiadores y filósofos de la historia permiten vislumbrar maneras alternativas de abordar la escritura de la historia. Este panorama abierto debe traducirse.En este texto el lector puede contemplar y hacer suyas muchas posibles opciones, todas diferentes porque la ciencia, que en su sentido más amplio incluye a la historia, avanza por medio de tanteos, paso a paso, a fuerza de millares y millares de ensayos. El campo histórico puede ahora, más que nunca, observarse desde distintos ángulos: incluye tantas intuiciones, tantas soluciones igualmente valederas y no comparables entre si de un mismo problema. Observar el mundo desde diferentes perspectivas se traduce en reflexión histórica; permite no sólo entender, sino, a su debido tiempo, protagonizar mejor los cambios que mañana serán historia.Este libro es una invitación para experimentar un paisaje de luces y sombras. ¿Cómo combinarlas La necesidad de comprender y ser mejor comprendido, y las numerosas y novedosas formulaciones expuestas por los mejores historiadores y filósofos de la historia permiten vislumbrar maneras alternativas de abordar la escritura de la historia. Este panorama abierto debe traducirse.Este libro es una invitación para experimentar un paisaje de luces y sombras. ¿Cómo combinarlas La necesidad de comprender y ser mejor comprendido, y las numerosas y novedosas formulaciones expuestas por los mejores historiadores y filósofos de la historia permiten vislumbrar maneras alternativas de abordar la escritura de la historia. Este panorama abierto debe traducirse.