La autora ha querido plasmar en este libro sus más profundas reflexiones sobre la vejez y el arte de envejecer, complementadas con algunas citas de la literatura universal. Dos razones la llevaron a escribirlo: la primera, considera que es necesario para todos reconciliarse con la vejez. Comprender que llegar a viejo es un privilegio de unos pocos, un don para agradecer. La segunda, llegarles a quienes ya han conquistado esta etapa de la vida con el mensaje de que vale la pena hacer consciencia del poder liberador de los años, recuperar la autoestima, si ha sido maltratada, y procurar vivir plenamente hasta completar ese ciclo vital que desde siempre y misteriosamente se nos ha asignado.