Aron regresa a casa desde la escuela con un dilema: en clase hablaban de los sueños que cada uno tenía para el futuro y él no sabía qué responder. Su padre le explica que existen pensadores y hacedores, y Aron descubre que tiene la libertad de ser un soñador. Una historia poética y profundamente visual que invita a reflexionar sobre la imaginación, el futuro y la identidad propia.