En Somos muchos Nicolás Ordóñez imagina cómo sería, literalmente, conocerse a sí mismo, y puesto que cada quien es una multitud de individuos, cómo sería el estrepitoso encuentro entre nuestras múltiples y no necesariamente compatibles personalidades. Una incursión delirante ?y un tanto esquizofrénica? en los impredecibles laberintos de nuestra identidad.