Señor ahoga mi dolor Por Alberto Linero, Todos hemos enfrentado experiencias tristes y dolorosas, como la pérdida de un ser querido o la frustración de nuestros sueños. Muchas veces, estas experiencias nos han opacado y nos han llenado de una apatía general que nos lleva a vivir con desgano y sin deseos de seguir luchando y proponernos nuevas metas. A veces, es tal la agonía que todos nuestros pensamientos y quehacer diario se hunden en una experiencia de vacío y sinsentido.