Entre tantos periodistas como existen en Colombia no son muchos los que tienen un tono, una voz reconocible. El autor es un periodista que durante toda su vida profesional ha logrado transmitirle con nitidez una imagen y una percepción al lector, y sus palabras no sucumben en la algarabía diaria de los medios. Los lectores han encontrado en Rincón uno al que pueden reconocer, y al que pueden creer porque leerlo es como oírlo. Así es su estilo, directo, con un lenguaje que no pasa por el almidón que la escritura normal añade. Rincón es obra de él mismo. La suya, una curiosidad que no sacia rápido, lo ha guiado por el periodismo sentido con pasión no disimulada como una forma de establecer contacto allegado y directo con los lugares, las personas, las mentalidades. Cuando aún no tenia 17 años comenzó a recorrer los caminos de este país mirando, oyendo, oliendo, preguntando y aprendiendo. Nunca ha dejado de ser el reportero de calle y de oído. Este libro es un testimonio involuntario, no recogido por el propio Rincón, sobre lo que ha sido su oficio. Los lectores podrán ver a través de este ejercicio periodístico un retrato del oficio y un retrato del país. El autor es un periodista que durante toda su vida profesional ha logrado transmitirle con nitidez una imagen y una percepción al lector, y sus palabras no sucumben en la algarabía diaria de los medios. Los lectores han encontrado en Rincón uno al que pueden reconocer, y al que pueden creer porque leerlo es como oírlo. Así es su estilo, directo, con un lenguaje que no pasa por el almidón que la escritura normal añade. Rincón es obra de él mismo. La suya, una curiosidad que no sacia rápido, lo ha guiado por el periodismo sentido con pasión no disimulada como una forma de establecer contacto allegado y directo con los lugares, las personas, las mentalidades. Cuando aún no tenia 17 años comenzó a recorrer los caminos de este país mirando, oyendo, oliendo, preguntando y aprendiendo. Nunca ha dejado de ser el reportero de calle y de oído. Este libro es un testimonio involuntario, no recogido por el propio Rincón, sobre lo que ha sido su oficio. Los lectores podrán ver a través de este ejercicio periodístico un retrato del oficio y un retrato del país. Rincón es obra de él mismo. La suya, una curiosidad que no sacia rápido, lo ha guiado por el periodismo sentido con pasión no disimulada como una forma de establecer contacto allegado y directo con los lugares, las personas, las mentalidades. Cuando aún no tenia 17 años comenzó a recorrer los caminos de este país mirando, oyendo, oliendo, preguntando y aprendiendo. Nunca ha dejado de ser el reportero de calle y de oído. Este libro es un testimonio involuntario, no recogido por el propio Rincón, sobre lo que ha sido su oficio. Los lectores podrán ver a través de este ejercicio periodístico un retrato del oficio y un retrato del país. Este libro es un testimonio involuntario, no recogido por el propio Rincón, sobre lo que ha sido su oficio. Los lectores podrán ver a través de este ejercicio periodístico un retrato del oficio y un retrato del país.