"En algún lugar del Sahel, en medio de
la extensa sucesión de colinas arenosas
en que raleaban algunas acacias y
matorrales, la comunidad del oasis parecía
suspendida en el tiempo, como si flotara en
el vaho de un aire pesado y sofocante. La vida
giraba alrededor de un pequeño lago que
albergaba peces y aves migratorias, permitiendo
en sus orillas la majestuosa presencia
de palmas datileras.[...]"