La complejidad y la riqueza del ajedrez de Alekhine ha cautivado a los grandes ajedrecistas de todos los tiempos. Su juego crítico, la precisión de sus análisis, la profundidad de sus combinaciones, conforman un legado ante el cual, ajedrecistas de la talla de Karpov, Kasparov o Fischer, por mencionar algunos, no han escatimado elogios.
Las partidas analizadas por Alekhine transmiten ese esquema de pensamiento sagaz, agudo y combativo que el genio ruso aportó a la historia del juego. Esta obra traza las líneas maestras del ajedrez de todos los tiempos y resulta indispensable para la formación de aficionados de todos los niveles.