Deambule alrededor de las lápidas bajo aquel cielo benigno: contemplé el revoloteo de las mariposas entre el brezo y las campanulas, escuché el sonido suave del viento soplando por entre la yerba. Y me preguntaba cómo se le podía ocurrir a nadie atribuir un sueño inquieto a quienes duermen bajo aquella apacible tierra.
EMILY BRONTE