HERNÁNDEZ NAVARRO, MIGUEL ÁNGEL
«El arte, afirmaba Lacan, ha de caminar a contracorriente, definirse ante un fondo de contraste. Cuando todo es espectáculo integrado, cotidianizado y expandido, quizá quede al arte la tarea de revolverse contra él, intentar subvertirlo, mostrando sus sobras, sus desechos, sus restos.
»La sombra y la sobra. O lo que es igual: la so(m)bra de lo Real. Lo que está en la otra parte, lo que queda fuera. La so(m)bra del espectáculo. Lo que no cabe en su luz, su resto olvidado, su parte maldita.
»Y todo sólo para hacer ver. Para hacer ver a unos ojos que no cesan de mirar.»