Una lectura imprescindible para comprender la situación esquizofrénica en que quedó la sociedad coreana como consecuencia de la partición de la península. Más allá de los reduccionismos maniqueos, el autor traza la desgarrada historia del estudiante Lee Mongjun, cuya existencia no encuentra acomodo en la sociedad capitalista del Sur ni en la violencia intolerante del Norte. Cuando quiere encontrar en un tercer país una plaza pública de tolerancia y solidaridad, una visión profundamente escéptica de la sociedad se interpondrá en su camino. Choi In-hun (1936) es una de las figuras mayores de la novelística y el teatro de su país.