A Tatiana le apasiona el automovilismo, pero hay una voz en el viento que le dice que no tiene talento y que por ser una niña nunca podrá ganar. La voz se hace cada vez más fuerte, pero con la ayuda de su hermana Paula, su familia y sus amigos logrará vencerla y demostrar que el género no dene tus capacidades. Tatiana superó los prejuicios y el miedo y pasó de campeona nacional de karts en Colombia a ser la única mujer en competir en la Fórmula 2 y la primera latinoamericana en conducir un Fórmula 1.