Al crecer en la luna, Xingyin está acostumbrada a la soledad, sin saber que se la está ocultando del temido Emperador Celestial, que exilió a su madre por robar el elixir de la inmortalidad. Pero cuando la magia de Xingyin se manifiesta y su existencia es descubierta, se ve obligada a abandonar su hogar y dejar atrás a su madre. Sola, indefensa y asustada, se abre camino hasta el Reino Celestial, una tierra de ensueño llena de secretos. Tras ocultar su identidad, aprovecha la oportunidad de entrenar junto al hijo del Emperador, exhibiendo dotes maestras para la arquería y la magia, incluso cuando la llama de la pasión se enciende entre el príncipe y ella.