Enfrentar o tratar de desenmascarar la organización más poderosa de la tierra, aparte de desafiar el clan de más alta peligrosidad de que se tenga noticia, constituye una tarea humanamente estéril, pero moralmente gratificante y obligatoria. Así lo entendió el autor del presente libro, quien puso a disposición de los lectores de mente inquieta esta excelente obra que transforma la óptica que tenemos del mundo en el cual vivimos actualmente.Cuando decimos ILLUMINATE MASONERIA Y SIONISMO, estamos hablando de tres ingredientes de la misma sopa.El sionismo es el agua, la Masonería es la sal y los Illuminati son la sustancia. Esta es la verdad, que por lo reiterada y rabiosamente negada, sigue tan vigente hoy, como hace muchos siglos, bajo diferentes ropajes o denominaciones de encubrimiento. Ha sido un caldo venenoso que sigue aniquilando lentamente a una humanidad que se niega de buena fe a creer la malvada sinuosidad de la serpiente. Ese áspid, a pesar de su bello color, ya lo inficiono todo. Pero aún queda tiempo, para que las masas aletargadas hagan aflorar el resto de libertad que todavía no les ha robado, se acudan y aplasten a tan mañoso y peligroso reptil. Enfrentar o tratar de desenmascarar la organización más poderosa de la tierra, aparte de desafiar el clan de más alta peligrosidad de que se tenga noticia, como incontrovertiblemente y en multitud de ocasiones se ha podido demostrar, constituye una tarea humanamente estéril, pero moralmente gratificante y obligatoria. Los medios de comunicación bajo el control de la masonería sionista, envían constantemente a sus asalariados con las mismas cantinelas a ridiculizar a esos paranoicos, extremistas de derecha de ideologías esotéricas que con sus chifladuras se mantienen en caería de vampiros. Esos débiles mentales y sus teorías de conspiración son peligrosas alimañas y amotinadores de masas.
