Prólogo y traducción de Eduardo Iriarte. Hay en su poesía una búsqueda incesante de la soledad que no es sino refugio frente a un prójimo al que no entiende, lo que constituye también una forma de pavor a no ser comprendido.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información.