La de Jennifer Cañaveral podría ser la típica historia de superación personal; no obstante, ella se ha encargado de forjarla y, a pesar de su condición, narrarla de una manera completamente diferente. Desde sus nueve meses, tras presentar un accidente derivado de una meningitis, esta caleña perdió la totalidad de su audición; a pesar de ello y con el incondicional apoyo de su madre Gloria Esperanza Guzmán,Jennifer ha sobresalido en los ámbitos académico, deportivo y profesional a nivel nacional e internacional gracias al desarrollo de un método de lectura de labios en varios idiomas y de escucha consciente en oposición al tradicional lenguaje de señas.