Esta publicación es una manifestación personal, pero también un texto sugerente que tendrá el poder de transformar y cuestionar en ustedes la esencia de lo que conocemos como teatro, la profundidad de la actuación y del alma del actor; y de dónde viene y a dónde debe ir el impulso del artista por hacer arte de la manera más honesta posible. Este libro no es una mera colección de ensayos o reflexiones; es una invitación a experimentar el arte teatral en su forma más pura y cruda, dejando de lado lo políticamente correcto. Reescribiendo la frase de Stanislavski: Lo políticamente correcto es el mayor enemigo del arte.
Del prólogo de Andrea Alvarado
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) Es un hueco en el orden de la realidad que habitamos, un hueco en donde puede nacer un nuevo mundo. Eso es el teatro. Una especie de agujero negro en nuestra realidad que suspende el tiempo y el espacio de dicha realidad, de modo que permite que surja otro espacio y otro tiempo.
Este modo de entender el teatro nos permite intuir nuevos horizontes a nivel creativo. Una obra de teatro puede ser un acontecimiento místico. Puede ser un ritual, en el sentido de que se convocan fuerzas de la naturaleza que penetran el espacio escénico y comparten su sabiduría y su energía con el público. El teatro, por tanto, es un diálogo con los dioses.
En el escenario se puede mostrar la esencia misma de la fuerza vital. El hueso, el tuétano de la vida.
Fragmento de este libro, por Fernando