El muralismo mexicano es uno de los movimientos artísticos de mayor impacto y trascendencia en América Latina, y marca un periodo fundacional en la cultura mexicana. Este sentido fundacional aparece desde sus inicios, pues cuando el filósofo José Vasconcelos es nombrado Secretario de Instrucción Pública (1921-1924), e invita a varios artistas a pintar sobre las paredes de diversas instituciones del gobierno, la idea de fondo era refundar la nación mexicana a través de las artes, ya que el país se hallaba fragmentado después de los años de la Revolución.