En la revuelta estudiantil de 1971 ninguno de sus actores fue mitificado como era debido. Ni a los ganadores ni a los perdedores les interesaba revisar lo vivido, mucho menos proyectarlo a la historia
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información.