Esta segunda obra de teatro de Enrique Vargas Ramírez trata sobre la muerte de Federico García Lorca, la cual cobra realidad en escena como una premonición del poeta en su cautiverio, el día de su prendimiento en Granada. En tres actos, la obra abarca desde su asilo en la casa paterna de su amigo, el poeta Luis Rosales; la remembranza de una cena, cuyo anfitrión es Pablo Neruda, en la que se describe la horrenda situación política de España; la visita que le hace al poeta el escritor colombiano Jorge Zalamea Borda, su gran amigo, durante la cual se habla de política y arte dramático; y la tremenda escena de la detención que cierra el segundo acto. El tercer acto se desarrolla en dos acciones separadas en espacio y tiempo: la primera, el juicio del poeta, a cargo de tres oficiales de la insurrección militar; la segunda, el entierro, que se realiza en medio de conmovedoras expresiones de los enterradores. Las dos acciones desarrollan el contrapunto en que se debate el subconsciente del poeta. La pieza, enriquecida con citas de la obra poética de Lorca, así como de versos entrañables de poetas anglosajones, concluye con la magistral elegía del poeta a la muerte de Ignacio Sánchez Mejías.