Derivas de la piel es una invitación permante a rozar la belleza. Cada poema es una coordenada en esa deriva, trazada con delicadez por una mujer que se buscó a sí misma y en esa búsqueda recorrió todo un territorio. Naturalezas humanas, vegetales y animales que ahora conoce como el alfarero a la tierra húmeda que tiene entre sus manos.