Inspirado en la vida de su abuelo, el ingeniero Francisco Jaramillo
Ochoa, el autor se embarca en una búsqueda íntima y documentada por entender los hilos que entrelazaron a su familia con uno de los conflictos más devastadores de Colombia: la Guerra de los Mil Días.
El relato nace del deseo de preservar una memoria personal -la de un nieto que es hoy el último testigo de sangre-y se convierte, en el camino, en una poderosa reconstrucción de país.
La novela entrelaza hechos reales con una historia ficticia: la del doctor Eberhard Wagner, un alemán radicado en Colombia, y sus hijos mellizos, quienes terminan luchando en bandos contrarios. A
través de ellos, y con una mirada múltiple que abarca diversas regiones y perspectivas, el lector es testigo del horror, las contradicciones y los ideales que desgarraron a toda una nación.
El conflicto retratado no es solo memoria: es espejo de un país que, más de un siglo después, aún no ha terminado de reconciliarse consigo 'mismo.