En este libro, en continuidad conceptual con otros trabajos anteriores como Arqueología de la identidad y La fantasía de la individualidad, Hernando se pregunta por las razones de la creciente violencia, misoginia y explotación. La corriente de la historia aporta, a este respecto, dos tesis innovadoras y disruptivas. Por un lado, plantea una suerte de paradoja: cuando creemos estar luchando contra el patriarcado (ese orden social que da importancia a los rasgos asociados a la individualidad -racionalización, tecnología, especialización profesional, riqueza- y minusvalora lo relacional -la generación y sostenimiento de vínculos, la pertenencia a la comunidad, a un lugar-) podemos en realidad estar reproduciéndolo.