Un atardecer de uno de los primeros días de verano, ya el bello enero, que también implica el comienzo de un nuevo siglo, me llega al correo el texto Con un manuscrito en el horizonte, y su autor es Freddy Ayala Plazarte, quien también ejerce brillantemente la docencia universitaria. Si levantamos la vista, y giramos hacia el este, nos encontramos con el sol: un manuscrito que debemos descifrar.- Si mi libro escrito en prosa teórica El motor del deseo se considera a la altura de El ser y la nada de Jean Paul Sartre, lo es porque plantea un camino de utopía. En el mismo sentido, el libro de Ayala Plazarte, escrito delicadamente, utilizando adecuadamente la puesta en página de los versos, bellos como su contenido, está confromado por partes dedicados a la infancia, al sol, al mar, a los manuscritos. Freddy Ayala Plazarte está a la misma altura que Ernesto Cardenal, y su pueblo debe reconocerlo como uno de los grandes poetas que tiene Ecuador.