Este pequeño libro es una recopilación de recuerdos de hace cuarenta y cincuenta años, un documento que recoge vivencias y momentos inolvidables. La idea de sentarme a escribirlo nació una noche después de una comida. Me quedé conversando con mi hijo Rodrigo y con algunos de mis sobrinos, contándoles cómo era la vida de antes y cuáles eran los juegos que practicábamos en mi infancia. Por ejemplo, hablamos de jugar a La vuelta a Colombia por el borde del andén usando tapas de gaseosa, no lo podían creer. Les conté, así mismo, cómo era oír radio y les hablé de los programas de humor, las radionovelas y la narración de las gestas futbolísticas. También les conté del colegio, del barrio, de las fiestas y de muchas otras cosas sobre las que más adelante podrán leer y gracias a las cuales podrán de volverse en el tiempo. Se trata de reminiscencias muy lindas, por eso resolví dejarlas por escrito. Si alcanzan a recordar algo de todo lo que está acá consignado, conocieron, a mi juicio, la verdadera felicidad.
Esta es, entonces, una invitación a detenernos momentáneamente en medio de nuestra frenética cotidianidad, para revivir épocas de grandes cambios, la alegría con la que compartimos momentos, experiencias, juegos y amores, y la manera como construimos amistades que aún perduran.
Nunca olvidaremos a esos amigos que se han ido ni a aquellos que quedan y que siempre, siempre, estarán ahí. Tampoco a los hermanos, los primos y las primas, los cómplices del barrio, los compañeros de colegio, en fin, a estos acompañantes de la vida que llevaremos grabados en la memoria y en el corazón.