En contra de sus deseos, Eduardo VIII ha heredado el trono del Reino Unido, tras la muerte de su padre, el rey Jorge V. Sin embargo, su reinado será efímero, gracias a su incapacidad para apegarse a los criterios elementales de la Corona. Justo en el momento de su abdicación, el mundo está en el umbral de la Segunda Guerra Mundial e Inglaterra requiere de un liderazgo sin precedentes; la mala noticia es que el nuevo rey: Jorge VI padece, desde su infancia, tartamudez. Para su fortuna, hay un hombre que puede ayudarlo, un ciudadano común con un talento profesional y una peculiar sensibilidad comunicativa, que permitirán al nuevo rey encontrar, en supropia voz, el espíritu de su patria.