El 15 de diciembre de 1868, Carl Friedrich Philipp von Martius (1794-1868), profesor de botánica en la Universidad de Múnich y director del jardín botánico de la ciudad alemana, fue llevado a la tumba en un ataúd cubierto de hojas de palmera recién cortadas. Las frondas eran un homenaje a Historia naturalis palmarum: opus tripartitum (Historia natural de las palmeras: una obra en tres volúmenes), una publicación excepcional que vio la luz entre 1823 y 1853. Este tesoro enciclopédico reunió todo el conocimiento que se tenía sobre el tema hasta aquel momento y presentaba 240 exquisitas ilustraciones cromolitográficas, incluyendo paisajes de los hábitats de la palma y disecciones botánicas.
La épica publicación se basó en las expediciones de Martius por Brasil y Perú. Entre 1817 y 1820 recorrió, junto al zoólogo Johann Baptist von Spix, más de 2.250 kilómetros por la cuenca amazónica, la región del mundo con mayor biodiversidad, en un viaje promovido por el rey Maximiliano I de Baviera cuyo objetivo era investigar la historia natural y las tribus nativas. Recolectaron y dibujaron especies y, a su vuelta, los dos hombres fueron nombrados caballeros y recibieron sendas pensiones vitalicias.