Este libro se convirtió en una lectura esencial en ámbitos académicos desde su aparición en 2009. Es uno de los más completos estudios sobre las relaciones entre territorio, poder y violencia que han configurado el conflicto colombiano. Los intentos del gobierno por administrar el territorio, las injusticias cometidas con sus habitantes y la pérdida del monopolio de las armas por parte del Estado, entre otros factores, tuvieron como consecuencia la concentración de la propiedad de la tierra en manos de unos pocos hacendados, muchas veces en alianza con grupos armados (tanto guerrillas como paramilitares) o narcotraficantes. Esto llevó al desplazamiento de cerca de seis millones de personas y a la muerte de más de quinientas mil, en cincuenta años de enfrentamientos que hicieron del conflicto colombiano uno de los más cruentos y prolongados del mundo. No obstante, en los últimos años se han implementado leyes orientadas a la restitución de tierras, tema crucial de esta nueva edición, y se han iniciado diálogos con los actores armados para terminar con décadas de guerra. Como afirma su autor, "este libro puede ayudar a mejorar la comprensión de los problemas del país para que las mentes brillantes de las nuevas generaciones tengan a la mano los datos básicos del problema colombiano".
