Quienes fueron estudiantes de antropología en la década de los setenta sintieron un llamado urgente -casi angustiante- por convertirse en una generación de ruptura: aquella que consiguiera el surgimiento de un nuevo Estado, una nación igualitaria y una antropología contra hegemónica. Este libro presenta un análisis de las tesis de grado e informes finales de trabajo de campo entregados a los Departamentos de Antropología de diferentes universidades colombianas entre 1970 y 1979. Como se advierte en estos escritos, los terrenos antropológicos fueron, simultáneamente, revoluciones y derrotas. En efecto, el ambiente de confrontación intelectual y política de aquella época generó éxitos, fracasos, vacilaciones y desviaciones de las propuestas de transformación iniciales, de tal manera que se pasó de un proyecto unívoco de Estado, de nación y de antropología, hacia la atención y reivindicación de múltiples voces que admitieran diversos proyectos de Estado, entendido como un tejido de territorialidades heterogéneas, una nación pluricultural y multiétnica y una antropología en cuanto urdimbre de diversas corrientes de pensamiento. Parecieron derrotas, pero fueron en realidad victorias de largo aliento, victorias pírricas.